Llamamiento de Rachid Raha, presidente de la Asamblea Mundial Amazigh (bereber) a los parlamentarios europeos
Honorables señoras y señores,
Le agradezco sinceramente su atención para alertaros sobre una cuestión crucial que concierne no sólo al futuro de miles de jóvenes procedentes de la inmigración marroquí en Europa, sino también a la cohesión de nuestras sociedades europeas. La Unión Europea, y en particular países como España, Francia, Alemania y Bélgica, han firmado acuerdos bilaterales con Marruecos en el marco del programa ELCO – “Enseñanza de la lengua y cultura de origen”. Sin embargo, este programa, que pretende promover la identidad cultural de los niños de origen marroquí, se basa únicamente en la enseñanza de la lengua árabe y de una cultura predominantemente religiosa.
Esta visión es completamente errónea, porque la mayoría de los marroquíes que viven en Europa –y sus hijos– son de origen amazigh. Ignorar esta realidad es cometer violencia simbólica contra estos niños. Privarlos de su lengua, de su cultura, de su identidad, es como crear analfabetismo y fomentar el fracaso escolar imponiéndoles una lengua de instrucción ajena a la que aprendieron en casa.
Peor aún, esta marginación cultural puede alimentar la frustración, el abandono de la identidad y, en algunos casos, el radicalismo salafista. Recordemos que la mayoría de los autores de los atentados terroristas ocurridos en Madrid, París, Bruselas y Barcelona procedían de regiones amazighs de Marruecos, especialmente del Rif.
Señoras y señores,
Os invito solemnemente a leer mi texto a continuación y a considerar la posibilidad de adoptar medidas concretas para revisar los acuerdos educativos de vuestros gobiernos con el Reino de Marruecos para integrar la enseñanza del tamazight y de la cultura amazigh, como pilares de una educación inclusiva, respetuosa de la diversidad y verdaderamente preventiva frente a la exclusión y al extremismo. Europa debe garantizar a todos sus niños, incluidos los de origen amazigh, el derecho a aprender en su lengua materna, respetando los valores de la democracia, la tolerancia y el pluralismo cultural.
Muchas gracias por su destacada atención y le ruego acepte la expresión de nuestros distinguidos saludos.
¿Por qué insisto en que se debe apostar por la enseñanza del tamazight en Europa?
A raíz del artículo publicado en “La Razón” sobre la enseñanza del árabe en Cataluña [1], deseo insistir una vez más en la necesidad de abordar un tema de suma importancia y sensibilidad: la falta de decisiones valientes y pragmáticas por parte de las autoridades españolas y europeas está contribuyendo, sin quererlo, a la difusión del radicalismo islamista, en lugar de prevenirlo. Esto, a pesar de que España y Europa han sido —y siguen siendo— víctimas de múltiples y trágicos atentados terroristas, como los de Madrid (11 de marzo de 2004), París (13 de noviembre de 2015), Bruselas (22 de marzo de 2016), o Barcelona (17 y 18 de agosto de 2017), entre otros.
El artículo del periodista José Antonio Lavilla, con un titular sensacionalista —“Cataluña ataca al castellano mientras fomenta el árabe con un plan financiado por el Gobierno de Marruecos”— tiene, al menos, el mérito de llamar la atención sobre estos programas educativos firmados entre el Reino de Marruecos y varios países europeos (España, Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Portugal e Italia), en el marco de los convenios bilaterales sobre la Enseñanza de la Lengua y de la Cultura de Origen (ELCO) [2], y que consisten en la “Enseñanza de la Lengua Árabe y Cultura Marroquí”.
Permítanme recordarles que los emigrantes que más se naturalizan en la Unión Europea son los marroquíes. En 2022, fueron 112.700 personas: un 49,2 % obtuvo la nacionalidad española, un 27,5 % la italiana, y más del 14 % la francesa… Además, la gran mayoría de sus hijos, escolarizados en centros europeos, ya poseen la nacionalidad europea.
El problema de fondo de este inamovible programa de “Enseñanza de la Lengua Árabe y Cultura Marroquí”, que en España se imparte en 394 centros (repartidos en 12 comunidades autónomas: Cataluña cuenta con 125, Andalucía 96, la Comunidad de Madrid 70, Castilla-La Mancha 28, Canarias 17, La Rioja 13, Galicia 11, Aragón 10, Euskadi 10, Murcia 7, Baleares 5 y Extremadura 2), es que considera a la población de origen marroquí como étnicamente “árabe”, y les ofrece contenidos centrados en la enseñanza religiosa del islam, en lugar de una enseñanza basada en la rica y milenaria historia amazigh/bereber —una historia muchas veces compartida entre ambas orillas del Mediterráneo, desde la prehistoria hasta los ocho siglos de presencia “mora”, es decir, amazigh, en la península ibérica.
Tanto las autoridades educativas marroquíes como las españolas (y, por extensión, las europeas) continúan negociando con Marruecos como si solo existiera un solo idioma oficial: el árabe. De este modo, discriminan abiertamente al otro idioma cooficial, el tamazight, reconocido en el artículo 5 de la Constitución marroquí del 1 de julio de 2011, y dotado de una Ley Orgánica propia (n.º 26.16), aprobada por unanimidad en ambas cámaras del Parlamento marroquí en 2019 [3]. Este idioma es, de hecho, la lengua materna de la mayoría de los emigrantes marroquíes.
Como ya subrayé en mi correspondencia del 10 de marzo de 2024 [4], los programas ELCO han fracasado —y seguirán fracasando— por una razón muy sencilla: el alumnado marroquí no es de etnia árabe [5], y su lengua de origen no es el árabe clásico [6]. Persistir en excluir el tamazight del currículo escolar no hará más que continuar “fabricando analfabetismo y fracaso escolar”, como advirtió el gran lingüista francés Alain Bentolila, quien afirmó:
« los sistemas educativos de ciertos países, por muy costosos que sean, se han convertido en máquinas de fabricar analfabetismo y fracaso escolar porque nunca han podido (o querido) resolver la cuestión que los destroza: la elección del idioma de instrucción. Llevan a los alumnos a crueles fracasos porque la escuela los acogió en un idioma que sus madres no les enseñaron. Esto, para un niño, es una violencia intolerable. Solo sobre la base sólida de su lengua materna se le dará la posibilidad de acceder a la lectura y a la escritura. A partir de ahí, se podrá construir un ambicioso aprendizaje de las lenguas oficiales« .
Insistir en negar a los alumnos de origen marroquí el acceso a su lengua materna equivale a condenarlos a más marginación, más fracaso escolar, más delincuencia e, incluso, peor aún: a más radicalismo islamista y terrorismo yihadista.
Recordad bien: no es ninguna casualidad que los autores de los trágicos atentados en Madrid, París, Bruselas, Barcelona, así como los ajustes de cuentas de la Mocro Maffia (a veces en pleno centro de Bruselas), y las múltiples células yihadistas desarticuladas en la ciudad de Melilla, sean en su inmensa mayoría jóvenes de origen marroquí, amazigh, y concretamente, de la región del Rif. Por lo tanto, no es en absoluto una coincidencia que los servicios secretos argelinos hayan apostado por jóvenes amazighs del Rif, marginados y desarraigados, como mercenarios, para constituir un nuevo movimiento separatista armado para desestabilizar Marruecos y la Unión Europea [7].
En definitiva, los convenios bilaterales en materia de Enseñanza de la Lengua y de la Cultura de Origen (ELCO) solo tendrán resultados positivos si logran integrar, como prioridad, el tamazight como lengua materna, junto con la enseñanza de la cultura e historia amazigh. Solo así, los alumnos de origen marroquí podrán integrarse de forma efectiva en las escuelas europeas y recuperar los valores originales de su auténtica y milenaria identidad amazigh: valores de rechazo al odio, a la violencia, de respeto a la mujer y al prójimo; valores de libertad, igualdad y democracia —en plena sintonía con los principios que transmiten las escuelas españolas y europeas de acogida.
Por Rachid RAHA, Presidente de la Asamblea Mundial Amazigh (www.amamazigh.org )
Notas :
[3]- https://amadalamazigh.press.
[4]- https://www.atalayar.com/
[5]- https://rachidraha.com/todos-