ENTREVISTA DEL PERIODISTA PACO SOTO CON RACHID RAHA, Activista del movimiento beréber. Publicada en su libro recién editado por la Editorial Flor del viento ediciones (Barcelona, 2005) bajo el título de: « El islamismo político en Marruecos, retrato desde dentro »
– Pregunta: ¿Cómo analiza el movimiento amazigh el auge del islamismo que conoce Marruecos?
– Respuesta: « Yo creo que ante todo hay que decir que Marruecos vive un proceso intenso de reislamización de la sociedad. En honor a la verdad, también hay que decir que no es un proceso nuevo, no ha surgido recientemente, como aseguran algunos. En los años 80, el poder empezó a alentar movimientos islamistas para contrarestar la influencia izquierdista. Hay que tener en cuenta que los movimientos izquierdistas tenían una presencia importante en el mundo estudiantil y en la clase obrera ».
– P: ¿O sea, que de aquellos polvos vienen estos lodos?
– R: « Por supuesto. Pero quiero recalcar que la ideología islamista estaba muy presente a través del movimiento nacionalista marroquí que luchó contra los colonialismos español y francés. El movimiento nacionalista era un fenómeno esencialmente urbano y muy diferente a la resistencia armada que se organizó en las montañas y zonas rurales, donde los opositores al colonialismo eran mayoritariamente poblaciones beréberes. La lucha política anticolonialista llevada a cabo por la burguesía marroquí en las grandes ciudades de Marruecos estaba muy marcada por el islamismo, su objetivo era reislamizar a la sociedad marroquí. Esto queda muy claro en el Partido del Istiqlal. Una vez conquistada la independencia, el poder llevó a cabo su política de reislamización del país a través del ámbito educativo. El nuevo régimen adopta el Islam como religión de Estado e reislamiza todas las esferas de la vida social, política y cultural ».
– P: El nuevo régimen también impulsa una política de arabización a ultranza sin tener en cuenta que Marruecos es un país plural donde una parte importantísima de la población es de lengua y cultura beréberes.
– R: « Efectivamente. Yo diría que la arabización y la reislamización son las dos caras de la misma moneda. La clase dirigente afrancesada impone por la fuerza la arabización a millones de personas. En el fondo, la élite afrancesada, heredera de los dirigentes nacionalistas, que tomó las riendas del poder en 1956 expresó su poder de manera brutal, quiso acabar con todas las lenguas y culturas regionales del país, fundamentalmente a la lengua beréber. El poder sabía que la gran mayoría de la población marroquí era, y es todavia, berberófona. La política de arabización fue llevada a cabo a conciencia y sirvió para alienar a la población, sojuzgarla política, social y culturalmente. La reislamización en clave conservadora era el otro aspecto de la misma moneda. Se quería y se quiere una población embrutecida, analfabeta, sin conciencia social y política, que no piense ni se rebele contra la opresión y deje en manos de Dios todos sus problemas. Para llevar a cabo esta política nefasta, el poder tuvo que acudir incluso a profesores del Próximo Oriente, sobre todo de Egipto. Llegaron a Marruecos muchos egipcios de ideología islamista, miembros de los Hermanos Musulmanes, que están perseguidos por el régimen de Nasser. Los islamistas egipcios encontraron refugio en Marruecos, pero también trabajo, y desempeñaron un papel clave en la política de arabización a ultranza y reislamización del país. Poco a poco, a través de la escuela se fue introduciendo la ideología islamista en la sociedad. Luego llegaron los defensores del wahabismo de Arabia Saudí, que durante años han hecho lo que les ha dado la gana en Marruecos y repartieron gratuitamente millones de libros. El régimen lo ha permitido a cambio de ayuda económica y política por parte de Arabia Saudí. Estas ideologías islamistas reaccionarias y medievalistas entraron en contradición con el rito malekita del Islam del norte de África, que siempre ha sido heterodoxo, flexible y popular y muy apegado al mundo de las coftradías y de los Santos ».
– P: En su opinión, ¿cuándo se acelero este fenómeno?
– R: « A partir de los años 80 y sobre todo 90. Este fenómeno ha golpeado duramente a toda la población y de forma particular a las regiones mayoritariamente berberófonas, que, además de haber sufrido opresión cultural y lingüística, han sido apartadas de todos los planes de desarrollo llevados a cabo por la élite marroquí que tomó el poder en el año 1956. Los grandes complejos industriales y las áreas de desarrollo agrícola y comercial se concentraron fundamentalmente en las grandes ciudades y en laz zonas arabófonas del país, la zona atlántica que va desde Casablanca hasta más o menos Tánger al norte y a Essaouira hacia el sur. Las élites llamaban a esta zona ‘el Marruecos últil’. El resto del país, ‘el Marruecos inútil’, se quedó al margen del desarrollo socioeconómico, a pesar de que hubo rebeliones violentos en el Rif, a finales de los 50, y en otras zonas por denunciar estos estados de marginacion socio-economica. »
– P: ¿Qué ha provocado esta política?
– R: « Ante todo, un fenómeno de éxodo rural que nunca acaba. Es más, el éxodo rural se ha acelerado en los últimos años. La primera ola de emigración que hubo después de la independencia se produjo tras los levantamientos populares de los berébers del Rif, en el Atlas y en el sureste, entre los años 1957 y 1959. Esa emigración se dirigió a Europa. Centenares de miles de marroquíes berberófonos han abandonado el país y no han vuelto. Otros abandonaron los pubelos y laz zonas rurales para dirigirse a las ciudades, que en las últimas décadas han vivido un fenómeno de urbanización salvaje y desordenada. Poco a poco, se ha ido produciendo un cambio en materia religiosa. Los emigrantes a las ciudades, que antes profesaban un Islam heterodoxo y pragmático, diverso y plural, incluso abierto y tolerante, han ido cambiando y ahora, mayoritariamente, abrazan un Islam más ortodoxo, que no es ni más ni menos que el Islam defendido por los prohombres del nacionalismo marroquí. Los ideólogos del Islam conservador no pueden aceptar cualquier tipo de heterodoxia, que siempre ha sido lo propio del Islam de los beréberes en Marruecos. En las ciudades, los emigrantes berberófonas desarraigados sólo encuentran un lugar donde reunirse y hacer relaciones, y es la mezquita. Muchas veces estas mezquitas cayen en manos de imames integristas, que solian ser unos licenciados formados por la propia universidad marroqui y que se encontraban en el paro. Si en su pueblo, el campecino sólo frecuentaba la mezquita durante la oración del viernes. Una vez a la semana. El emigrante a las ciudades se convierte en un musulmán practicante y riguroso, respeta las cinco oraciones del día, cumple con el ramadán (mes de ayuno musulmán) a rajatabla. Esto es lo que llamaría fenómeno de reislamziación ».
– P: ¿Y usted piensa que esta reislamiación social y cultural ha servido de caldo de cultivo para el desarrollo de grupos islamistas politizados?
– R: « Yo soy de los que piensan que sí. Los grupos que utilizan el Islam como medio para acceder al poder han encontrado un terreno fértil, abonado, para que sus ideas tengan arraigo social. »
– P: Veo, por todo lo que ha dicho, que usted implica no sólo al régimen que tomó las riendas del país tras la independencia, sino también a las fuerzas políticas del denominado movimiento nacional. ¿Hasta qué punto los partidos marroquíes, progresistas o conservadores, han contraído una responsabilidad en el proceso de reislamziación social?
– R: « Pienso que tienen mucha responsabilidad. Fue sobre todo el Partido del Istiqlal (PI, nacionalista) que formuló la política de arabización y reislamización en clave conservadora, y el Estado la hizo suya y la aplicó a través de sus diferentes ministerios, sobre todo los de Asuntos Religiosos y Educación. Todo el norte de África fue islamizado y, aunque no fue un proceso rápido, porque las primeras invasiones de tribus árabes, en el siglo VII encontraron una gran resistencia, incluso una dirigida por la famosa bereber Kahina y la segunda oleada más importante, en el siglo XI, si tuvo un cierto éxito de implantarse en el suelo norteafricano. Se islamizó el norte de África y también Marruecos, por los propios dirigentes bereberes que abrazaron al Islam, pero se tuvo que tener en cuenta la realidad beréber de toda la región. Surgieron grandes dinastías beréberes como los Almohades y los Almorávides que convirtieron la lengua árabe, « la lengua del Corán », en lengua casi-oficial. De alguna forma, la islamización ha reforzado la arabización de los pueblos del norte de África, pero este proceso ha sido muy lento, y solo se acelerado en los últimos 40 años. Quiero decir con esto que en un país como Marruecos la arabización llevada a cabo después de la independencia ha reforzado, objetivamente, la islamiación o reislamización en clave conservadora del país. La aculturación progresivas de las poblaciones del norte de África durante siglos se aceleró después de la independencia de los países colonizados. En Marruecos, hay gente que se siente más cercana de los palestinos que de su propia historia. Por ejemplo, ignoran la historia cristiana de Marruecos, o la presencia romana, o a los propios judíos, que fueron las primeras poblaciones beréberes del país que abrazaron una religion monoteista. El Estado y los partidos políticos han creado gracias a la politica de arabizacion una nueva identidad, una ideología panarabista y panislámica que transpasan las fronteras del Estado nación. Como el panarabismo, una ideología defendida por la derecha y aùn màs por la izquierda en Marruecos durante años, ha fracasado estrepitosamente, esto facilito su el auge del panislamismo politico. Lo que ha quedado es la idea de defender aun mas a favor de un mundo uniforme, homogéneo y único. Son unos valores totalmente distintos a los que defendía la población autóctona beréber, partidaria de la diversidad, pero, lamentablemente, son unos valores que han calado en amplios sectores sociales y son un caldo de cultivo para el islamismo político. Los beréberes nunca fueron violentos y beligerantes y sólo utilizaron la violencia para defenderse de las agresiones externas, como durante la colonización, pero el islamismo politico es, por definición, un movimiento violento, autoritario y sectario. La élite política marroquí, de derecha o de izquierda, es hipócrita, porque es la responsable de la arabización y de la resislamización a favor de corientes wahabitas impuesta al país en las últimas décadas. Pero esta politica de arabizacion no se ha aplicado para sus propios hijos; A sus hijos los han estudiado y los han formado en centros de enseñanza franceses y extranjeros (Francia, Estados-Unidos, Canada…). Para los hijos del pueblo, las escuelas arabizadas. Para los hijos de la élite, las escuelas extranjeras. ¡Qué vergüenza! ¡Qué hipocresía! Los hijos y nietos de la élite « nacionalista » que controlaba el país desde 1956 son los que llevan las riendas del país en materia económica, política y social. Ellos, los hijos del pueblo llano no han tenido nada màs oportunidad que tragarse la mentiras y memeces de la arabización y tener que soportar una mala formacion universitaria que le abriria el paso hacia el paro. Para éstos, sólo ha quedado la pobreza, el paro y la marginación. Soy de los que piensan que esta política nefasta estaba programada. En este contexto, el islamismo político se convierte para mcuhos marroquíes marginados como una forma de refugio y de protesta ».
– P: ¿Qué propone el movimiento berberista en Marruecos para resolver esta situación?
-R: « El movimiento beréber tiene muy en cuenta que toda una generación de marroquíes ha estado educada en la idea de que sus intereses están más ligados al Próximo Oriente que al norte de África o al Mediterráneo occidental. Nosotros pensamos que Marruecos tiene más intereses que compartir con Europa con los países del Próximo Oriente. Estamos mucho más cercanos de España, Francia o Italia, desde todos los puntos de vista, que de Arabia Saudí. El 65% de los intercambios económicos de Marruecos se llevan a cabo con Europa y sólo el 2% con el Próximo Oriente. Somos un país africano y mediterráneo y no árabe. Digo todo esto, porque pienso que Marruecos tiene que transformarse en clave democrática y plural y recuperar su propia identidad nacional; el país tiene que reconocer su pluralidad cultural y lingüística y convertirse en un verdadero Estado de derecho.Es la mejor manera de cerrarle el paso al auge del islamismo. Tenemos mucho que aprender de nuestro pasado, cuando los beréberes aplicaban formas de organización social y política basada en la democracia directa y en el dercho consuetudinario. Tenemos que acabar con siglos de arcaismo social y político árabo-islámico para entrar en la verdadera modernidad demcorática. Los beréberes pensamos que tenemos que recueprar nuestras bases históricas, porque esto nos permitirá dar legitimidad a la construcción de una sociedad democrática, plural desde el punto de vista identitario, y laica, donde el poder religioso no se imponga a la comunidad y el hecho religioso se convierta en una cuestión personal. A mi juicio, esta debe ser la estrategia ».
– P: Lo que dice usted suena bien, pero ¿cree de verdad que las clases dirigentes marroquíes están por esta labor? ¿Y las fuerzas autodenominadas modernistas y democráticas?
– R: « El poder no está a favor, está claro. La monarquía en Marruecos antepone la legitimidad religiosa sobre la legitimidad histórica. La monarquía ha utilizado la religión para fortalecer su poder. El papel del rey, que es comendador de los creyentes, es cuestionado por algunos islamistas, pero monarquía absolutista e teocracia son dos poderes que se entienden muy bien. Cada vez que Marruecos vive una cierta apertura democrática, como es el ejemplo de estos últimos años y donde la sociedad civil ha reivindicado más libertad y espacio, el poder se radicaliza y se refugia en la legitimidad religiosa. Las fuerzas progresistas son hipócritas en el sentido de que públcamente no reivindican la laicidad, pero la defienden en privado. Estos progresistas hipócritas que no se atreven a defender sus posturas públicamente, cuando se van de viaje no van a Arabia Saudí o a Koweit sino a la Costa del Sol o a Francia. Ni siquiera la Asociación Marroquí de los Derechos del Hombre (AMDH), controlada por la izquierda radical, o la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), un partido que se pretende socialista, se atreven a defender la idea de laicidad. Ni tamposo abogan por un sistema de decentralizacion regional al ejemplo de las autonomias espanyolas. Los únicos que han roto una lanza a favor de un estado laico y federal ha sido el movimiento beréber. Mientras, la reislamización de la sociedad avanza sin parar y reforzada por las parabolicas que captan las cadenas del Proximo Oriente ».
P:¿Qué le parece la estrtegia represiva contra el salafismo màs radical que inició el poder tras los atentados terroristas de Casablanca?
– R: « El poder ha tenido que reaccionar frente a la actividad de algunos grupos salafistas violentos y terroristas, pero, desgraciadamente, ha hecho suya la tesis de que para combatir a los radicales hay que apoyarse en los islamistas moderados. El poder está ayudando,sin que tenga conciencia de ello, al Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) para que amplíe aùn su base social e electoral en todo el país y que se parezca al PJD de Turquía. Aquí está el verdadero problema. Si se opta por esta vía del islamismo moderado, éste, al verse reforzado, se puede convertir facilmente en un islamismo radical. Para ello, solo hace falta un pretexto o un error del Gobierno. Por ejemplo, y supongamos el caso de que los norteamericanos obliguen a Marruecos a enviar tropas a Iraq. Aqui no pasara como en España, la gente no se confirmaria en manifestarse en contra de ello, sino va a reaccionar mas y optarse por abrazar las tesis de los radicales del movimiento Al Adl wa al Ihsan del jeque Yacin o de los movimientos salafistas. Como se dice en España, hay que tomar al toro pos los cuernos. Hay que hacer frente al islamismo politico , sea moderado o violento, desde todos los puntos de vista, social, político, cultural e ideológico. Para conseguir este objetivo hay que abogar por construir con determinacion una sociedad democrática y dotarla de los instrumentos necesarios para que pueda luchar contra todo tipo de integrismo. Este es el objetivo del movimiento beréber. Creo, y esto es una opinión estrictamente personal, que el régimen marroquí tiene más miedo a un verdadero cambio democrático que a que los islamistas lleguen al poder. Mire lo que pasa con el conflicto del Sáhara. El poder no se atreve a conceder una amplia autonomía al Sáhara, porque sabe que también lo tendría que aplicar en las demás regiones del país, como el Rif , el Medio Atlas o el Sus, habitadas mayormente por berberofonos y esto favorecería sin duda la democratización y el bienestar social, y por consiguiente atajaria en gran medida el problema del exodo rural ».
– P: De todos modos, ¿cree el islamismo político es un movimiento con futuro en Marruecos?
– R: « No. Ni en Marruecos ni en ningún sitio. Los talibanes han gobernando Afganistán con mano de hierro pero han acabado siendo derrotados. Lo mismo ocurre en Irán, la juventud esta alta de tanta teocracia y anhela democracia, porque está harta de ser gobernada por unos clérigos que superan los 70 años. Muchas veces el islamismo es una forma de rebeldía contra poderes que no quieren democratizarse. El islamismo politico no tiene proyecto de futuro. Cortarle la mano al ladrón o condenar a la gente a la muerte en nombre de Dios corresponde a épocas pasadas. Marruecos debe tomar el ejemplo de Turquia por emprender grandes y valientes reformas en favor de un estado democratico, laico y de derecho donde el rey reina pero no gobierna ».