El Movimiento Amazigh (Bereber) ha recorrido un largo camino de luchas, experiencias y prácticas durante más de seis décadas, lo que hace necesario un momento de reflexión para revisar sus prioridades y evaluar sus logros. El recorrido de lucha en el que se ha involucrado el movimiento ha sido arduo y difícil, y nunca ha sido fácil. Ha tenido que enfrentar una vorágine de críticas, dudas y resistencias, pero gracias a la determinación y dedicación de sus militantes, ha logrado la realización de muchas de sus reivindicaciones y el reconocimiento de algunos derechos importantes. Sin embargo, también ha acumulado decepciones y fracasos, no solo por factores objetivos, sino también por factores subjetivos, lo cual debe reconocerse para corregir sus deficiencias y rectificar la situación.
Autocrítica y falta de metodología de trabajo
Uno de los principales reproches dirigidos al Movimiento Amazigh a lo largo de este largo camino es la ausencia de un plan claro y de una metodología de trabajo basada en la previsión, la anticipación y la planificación a largo plazo. A menudo, el movimiento se ha limitado a reaccionar de manera defensiva e impulsiva, respondiendo de forma inmediata y, en ocasiones, exagerada, especialmente cuando se enfrentaba a críticas, actos racistas o provocaciones.
Hoy, al conmemorar el sexagésimo segundo aniversario del fallecimiento de Mohamed Ben Abdelkrim El Jattabi, quien nos abandonó el 6 de febrero de 1963 en El Cairo, es el momento adecuado para elaborar un plan de acción claro para los próximos cinco años (2025-2030). Es imperativo definir las prioridades, alejarse de la improvisación en el tratamiento de los temas abordados, evitar centrarse en cuestiones secundarias o conflictos marginales que obstaculizan el progreso, y enfocarse en lo que es fundamental para la causa amazigh.
Es lamentable ver que la falta de planificación estratégica haya debilitado la voz del Movimiento Amazigh, reduciéndolo a una defensa ocasional del idioma amazigh, a pesar de los desafíos continuos a los que se enfrenta. Este retroceso puede atribuirse en parte al hecho de que algunos militantes dentro del movimiento consideraban que el objetivo fundamental era el reconocimiento constitucional del idioma Amazigh, lo cual se concretó en Marruecos en 2011 (y en Argelia en 2016), y por lo tanto, creyeron que la causa amazigh estaba casi definitivamente resuelta y que no había nada más que reivindicar.
Sin embargo, la realidad demuestra que la verdadera batalla y la causa esencial por la que luchamos no son solo el reconocimiento de nuestros derechos culturales y lingüísticos, sino que van más allá e incluyen la construcción de la democracia en su sentido amplio y global. Esto implica el fortalecimiento de la identidad amazigh, la promoción del idioma, la cultura y los valores amazighíes, la garantía de la igualdad de derechos y libertades, la participación política efectiva y la distribución equitativa de las riquezas naturales y nacionales.
Cabe recordar que los Amazighs fueron precursores en la invención de la democracia antes de que naciera en Atenas, en Grecia, en el siglo V a.C., lo que nos obliga a continuar la lucha para arraigar esta democracia en nuestra realidad actual, comenzando por la generalización de la enseñanza del idioma amazigh en el sistema educativo y su integración en la vida pública, de acuerdo con las disposiciones constitucionales, que ahora prevén su cooficialidad junto con el árabe.
Aprovechar los grandes eventos para fortalecer la causa amazigh
Marruecos se prepara para organizar dos grandes eventos deportivos: la Copa Africana de Naciones 2025 y la Copa del Mundo 2030, que se llevará a cabo en asociación con España y Portugal. Estas dos ocasiones representan una oportunidad única para que el Movimiento Amazigh vuelva a poner sobre la mesa sus reivindicaciones y garantice la implementación del carácter oficial del idioma amazigh.
Marruecos estará en el foco de atención mundial en los próximos años, y los militantes del Movimiento Amazigh deben concentrar sus esfuerzos en la defensa de su identidad. Es lamentable que, durante el sorteo de la Copa Africana de Naciones, la declaración de Fouzi Lekjaa, presidente de la Real Federación Marroquí de Fútbol, haya destacado la identidad africana sin mencionar que Marruecos es también la cuna de la humanidad, como lo demuestran los hallazgos arqueológicos, en particular los del “Hombre de Adrar Ighud”. Asimismo, el logotipo de la Copa del Mundo 2030 sigue ignorando la identidad amazigh, limitándose a letras árabes y latinas.
A este respecto, recordamos que habíamos enviado una carta el 23 de diciembre de 2022, firmada por más de veinte organizaciones amazighs, a Fouzi Lekjaa solicitandole la inclusión del tifinagh (la escritura bereber) en el logotipo de la Copa del Mundo 2030. Posteriormente, enviamos un recordatorio el 13 de julio de 2023, sin obtener respuesta [1]. Esto es un derecho constitucional que exigimos legítimamente, ya que los Amazighs son ciudadanos que pagan impuestos y que el Estado tiene la obligación de responder a sus demandas. El propio Rey, Su Majestad mohamed VI, ha enfatizado repetidamente que la cuestión amazigh concierne a todos los Marroquíes, sin excepción, y gracias a él, el Amazigh se consagró como lengua oficial en la Constitución.
Prioridades para el período 2025-2030
Los militantes del Movimiento Amazigh reafirman siempre la importancia de la “tríada amazigh”:
1- ⴰⵡⴰⵍ – Awal (la lengua)
2- ⴰⴽⴰⵍ – Akal (la tierra)
3- ⴰⴼⴳⴰⵏ – Afgan (el hombre)
Para el plan quinquenal 2025-2030, propongo que el Movimiento Amazigh se enfoque en un nuevo trinomio :
1- Tutlayt ⵜⵓⵜⵍⴰⵢⵜ (la lengua) → Generalización de la enseñanza del amazigh en todos los niveles educativos y en la vida pública.
2- Amazruy ⴰⵎⵣⵔⵓⵢ (la historia) → Revisión de los programas escolares para incluir la verdadera historia amazigh.
y 3- Tamaguit ⵜⴰⵎⴰⴳⵉⵜ (la identidad) → Reafirmación de la identidad amazigh como base fundamental del reino de Marruecos y de los países del Africa del Norte (Tamazgha).
I)–Generalización de la enseñanza del idioma amazigh:
El idioma es una cuestión fundamental y esencial que requiere que todos los militantes del Movimiento Amazigh concentren sus esfuerzos para abogar por su generalización en la vida pública, especialmente en el ámbito educativo. Deben actuar sin demora y no esperar cada año el inicio del curso escolar durante el mes de septiembre para reclamar y recordar sus derechos. En este sentido, quiero subrayar que nuestra organización, la Asamblea Mundial Amazigh, organizó una conferencia nacional a principios de junio de 2023 sobre este tema crucial [2].
Es imperativo que los militantes ejerzan mayor presión sobre el Ministerio de Educación Nacional para acelerar el reclutamiento y la formación de profesores en este ámbito, y obligar al gobierno a cumplir sus compromisos. Resulta incomprensible que, tras más de dos décadas desde el inicio de la enseñanza del amazigh en el ciclo primario, ni siquiera hemos sobrepasado el 10 % de los alumnos, alrededor de medio millón, que están aprendiendo la lengua nacional amazigh. ¿En qué fecha vamos a alcanzar el objetivo de generalizarlo para los ocho millones de alumnos que hay ahora en los tres ciclos educativos (primaria, secundaria y bachillerato), cuando la gran mayoría se ve privada de su derecho constitucional a aprender la lengua oficial amazigh, sabiendo que para muchos es su lengua materna?
Se han emitido varias circulares ministeriales sobre la implementación de la enseñanza del amazigh desde septiembre de 2003, pero lamentablemente han sido muy limitadas.
Los militantes del Movimiento Amazigh deben continuar defendiendo con firmeza esta cuestión esencial, presionando al Ministerio de Educación Nacional y de Preescolar para que reclute a más docentes especializados en el idioma amazigh y acelere la generalización de su enseñanza en la educación preescolar y primaria, y posteriormente en los demás niveles de la secundaria. Las asociaciones nacionales y regionales de profesores también deben remitir correspondencia al ministerio al respecto.
Lamentamos la falta de voluntad política de los gobiernos sucesivos desde 2003, fecha en que se integró el amazigh en la educación, salvo la actuación del exministro de Educación, Mohamed El Ouafa. Es inaceptable que la generalización de la enseñanza del amazigh se siga retrasandose.
Tampoco debemos olvidar la importancia de los programas y campañas de alfabetización para adultos, los cuales se limitan a la enseñanza del árabe sin incluir el amazigh, a pesar de que este último es una lengua cooficial del país al mismo nivel que el árabe. Incluso los programas destinados a los hijos de emigrantes residentes en el extranjero no toman en cuenta el amazigh. Los militantes del Movimiento Amazigh deben redoblar sus esfuerzos para combatir esta persistente discriminación contra el idioma amazigh en estos ámbitos.
II – La identidad y la lucha para cambiar el término “Magreb árabe” por “Gran Magreb” o “Tamazgha”:
En este sentido, quiero recordar la acción judicial que hemos emprendido contra la “Agencia Magreb Árabe de Prensa (MAP)”, en la que solicitamos un cambio de nombre [3]. Se emitió una resolución que insta a los parlamentarios a modificar la ley que regula la agencia, ya que fue el Parlamento el que aprobó dicha ley y es la institución competente para modificarla. Actuamos enviando cartas a los parlamentarios con el texto de la sentencia e instándolos a modificar la ley correspondiente. Los militantes del Movimiento Amazigh deberán interpelar de nuevo a los grupos parlamentarios para cumplir con esta misión.
Hemos observado positivamente la implicación de los canales de televisión nacionales en las celebraciones del año nuevo amazigh 2975, especialmente el canal Medi1TV, que realizó programas destacados con intelectuales amazighs explicando el significado y la importancia de esas festividades. Sin embargo, es decepcionante constatar que, al encender la radio de Medi1Sat en el coche, aún se escucha el término: ¡“nasharat al-maghreb al-arabi”(noticias del Magreb árabe)!.
La defensa de la identidad amazigh exige la movilización de los militantes para luchar contra la hegemonía de esta ideología arabista y baâthista que sigue marginando al amazigh. Es inaceptable que continuemos tolerando esta marginación mientras defendemos un derecho constitucional. El texto constitucional de 2011 resolvió esta cuestión de denominación, reemplazando el término de “Magreb árabe” por el “Gran Magreb”.
En este mismo contexto, considero necesario solicitar el cierre de la sede de la “Unión del Magreb Árabe (UMA)” en Rabat, ya que países como Argelia no respetan uno de los principios fundamentales de esta unión: el respeto a la soberanía y la integridad territorial de los Estados. Argelia sigue sembrando división y fomentando disturbios al apoyar movimientos separatistas que amenazan la estabilidad, la seguridad y la unidad de los Estados norteafricanos, lo cual constituye una flagrante violación de los objetivos para los que fue creada dicha unión.
Por ello, quiero subrayar que debemos, como militantes del Movimiento Amazigh, trabajar para imponer un nuevo concepto de unidad magrebí sobre bases pragmáticas y racionales, como proponemos a través de “El Manifiesto de Tamazgha” [4], y continuar uniendo nuestros esfuerzos para defender nuestra identidad amazigh en el futuro, sin dejar de estar apegados a nuestra identidad y a nuestros valores.
III – Revisión de los programas de enseñanza de la Historia:
Otro punto en el que debemos centrar nuestra lucha es en forzar al Ministerio de Educación Nacional a revisar los programas escolares en la materia de “Historia” para reconciliarse con la historia de los Amazighs. Los programas actuales, en especial los de Historia, no toman en cuenta a los Amazighs ni hablan de ellos; se limitan a repetir que “los Amazighs son los primeros habitantes de Marruecos y punto”, sin ofrecer mayores detalles sobre la historia de los Imazighen, su civilización, sus valores y su contribución a la civilización marroquí y mediterránea, ¡como si los Amazighs fueron un pueblo que apareció de la nada y luego desapareció de repente!
Es urgente revisar estos manuales de historia anticuados, que ignoran el papel fundamental de los Amazighs, quienes son considerados los habitantes originarios de toda la región de África del Norte, donde han vivido desde siempre, y que han fundado grandes civilizaciones. Es esencial que las futuras generaciones conozcan su verdadera historia y la identidad original de los Marroquíes. Los recientes descubrimientos arqueológicos en diversas regiones de Marruecos han confirmado este hecho y demostrado la contribución de los Amazighs a la civilización mediterránea.
A la vista de los cambios ocurridos en el proceso de implementación del idioma amazigh, pensábamos que ello llevaría de manera natural a una revisión de los programas escolares para permitir la escritura de una nueva historia, la verdadera historia de Marruecos, y no esa historia falseada que reduce la historia del país a 12 siglos, desde los Idrisíes, ocultando períodos históricos importantes y ricos del Marruecos preislámico.
Los arqueólogos marroquíes han realizado descubrimientos impresionantes en regiones como el Rif, Tafogalt, Temara, Wed Beht, Adrar Ighud, entre otras, que revelan otra imagen del hombre antiguo en Marruecos, el hombre que habitó en el país, con sus costumbres, su vestimenta, su alimentación y su visión de la vida.
En definitiva, y frente a estos desafíos, es imperativo que los militantes del Movimiento Amazigh trabajen de manera organizada y continua durante los próximos cinco años (2025-2030/2975-2980) para lograr estos tres grandes objetivos: generalizar la enseñanza de la lengua amazigh, revisar los manuales de historia y afirmar la identidad amazigh como piedra angular de Marruecos y de Tamazgha.
El futuro de la amazighidad dependerá de la capacidad del Movimiento Amazigh para planificar y actuar de manera estratégica, más allá de reacciones emocionales y respuestas impulsivas temporales. Los desafíos son considerables, pero no insuperables si los esfuerzos se concentran y se realizan con una visión clara a medio y largo plazo.
Rachid RAHA, Presidente de la Asamblea Mundial Amazighe (AMA)
Notas: