El Grupo Le Matin organizó un seminario africano muy importante, dedicando la séptima edición de su “Foro Marruecos Hoy” a la cuestión del “África atlántica, por una región continental, integrada y próspera”, el 5 de julio en la ciudad sahariana de Dajla. con la participación de más de quinientas personas.
Eminentes expertos y figuras políticas de distintos países africanos, y en particular del Sahel, acogieron profundamente y valoraron la iniciativa real de Su Majestad Mohamed VI de la iniciativa “Región Atlántica”, habida cuenta de que la integración económica de los países de la “Región Mediterránea” de África, en este caso la Unión del Magreb Árabe (UMA), está claramente bloqueada por los generales argelinos [1].
Escuchando atentamente las distintas intervenciones, así como los debates suscitados por los responsables diplomáticos, políticos e institucionales africanos, de Marruecos, Senegal y países del Sahel como Mali, Burkina Faso, Níger y Chad, me di cuenta de que el país que se opone ferozmente a esta loable y prometedora iniciativa real de la “Región Atlántica” es, lamentable y tristemente, nuestra vecina Argelia, a pesar de que es ella que debería beneficiarse de ello antes que cualquier otro país africano. ¿Por qué?
Según todos los expertos políticos y analistas de geopolítica y de geoestrategia, los distintos presidentes argelinos, desde el difunto Huari Boumedien hasta el actual Abdelmayid Tebun (con excepción del difunto Mohamed Budiaf, cobardemente asesinado), han apoyado, incondicional y ciegamente, al Frente Polisario, durante cinco décadas, no por esa insistente y falaz idea de defender el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui (que, por cierto, lo prohíben tajantemente al pueblo Kabil y a los tuaregs de Azawad), sino más bien por su obsesivo objetivo de abrirse camino a la costa atlántica. Es evidente que este apoyo a la causa separatista del Frente Polisario resulta muy costoso para las finanzas públicas de Argelia y obstaculiza gravemente su desarrollo socioeconómico y su objetivo de garantizar el bienestar social de su población, ¡hasta el punto de que los ciudadanos se ven obligados a hacer largas e interminables colas para obtener los alimentos de primera necesidad! Así, y según el medio de Algeriepart.com, el régimen argelino desperdicia anualmente más de mil millones de dólares en favor de los mercenarios saharauis del Polisario [2].
Sin embargo, los dirigentes argelinos han estado tratando de lograr una apertura hacia el Océano Atlántico durante casi cincuenta años y nunca han podido lograr su objetivo. Si lo quieren de verdad, les basta con reconocer la integridad territorial de las provincias saharianas de Marruecos y alinearse con las posiciones de la antigua potencia colonial que es España, que considera el plan de autonomía propuesto en las Naciones Unidas en abril de 2007 [3], como « la base más seria, realista y creíble » para la resolución de este conflicto, de una vez por todas. En consecuencia, el Reino de Marruecos estaría dispuesto a financiar las infraestructuras necesarias que faciliten la logística y la transferencia de los productos argelinos y de sus recursos naturales a sus puertos atlánticos, incluido el puerto de Dajla. Por otra parte, si Argelia persiste en esperar la independencia del Sáhara Occidental, ¡tendría que esperar otros cincuenta años o aún más!
Suponiendo que los generales argelinos y sus títeres presidenciales se empeñan en no recuperar la razón, ni el pragmatismo de la Realpolitik ni el sentido común.
Por lo tanto, analizamos fríamente su escenario quimérico, el de que el Frente Polisario lograría realizar su sueño de independencia, el de crear su propio Estado independiente, aunque este escenario no es en absoluto plausible. Mi amigo y colega periodista alemán Uwe Topper señala oportunamente [4]: “Pero ninguno de los dos bandos estaba solo. Rabat podía contar desde los años sesenta con millones de dólares, cohetes antitanques y hasta cazas de Estados Unidos, pensados para defenderse contra Argelia, en la órbita soviética, que recibía un volumen de ferretería aún mucho mayor desde Moscú. El Frente Polisario era un peón en este juego, de haber ganado, la extensa pero casi despoblada república saharaui se habría convertido en un protectorado de Argelia y su costa en el punto ideal para establecer esa base naval sin hielos que la Marina soviética buscaba como el santo grial por los mares del mundo. O eso, al menos, temía Washington. Darle a Rabat todo el apoyo que necesitaba para evitar que ocurriese era parte esencial de su política exterior.” (y lo sigue siendo desde el reconocimiento irreversible del tratado del expresidente Donald Trump de diciembre de 2020 relativa a la decisión de Estados Unidos de América a reconocer la plena soberanía del Reino de Marruecos sobre toda la región del Sáhara marroquí).
De hecho, lo que los dirigentes y generales argelinos ignoran, ingenuamente o por negligencia, es que, si los separatistas saharauis logran sus objetivos, nunca aceptarían un nuevo protectorado de parte de las autoridades de Argel. Por consiguiente, lo primero que harían sería declarar, inmediata y abiertamente, la guerra a los Argelinos, con las mismas armas que les proporcionaron, para hacer valer su autonomía y su soberanía, al ejemplo de lo que ellos mismos ya habían protagonizado en contra de sus hermanos Marroquíes. Una vez que los Argelinos consiguieron su independencia, con el armamento que sus hermanos Marroquíes (y ciertos miembros de mi propia familia) les hacían llegar en Nador, Berkan y Uxda [5], declararon la guerra a los Marroquíes, desencadenando la Guerra de las Arenas de 1963 [6]!
En una reciente entrevista con el ex embajador de Francia en Argelia, Sr. Xavier Driencourt [7], éste reveló que el difunto rey Hassan II, en una conversación con el presidente Charles De Gaulle, había admitido que aunque Marruecos y Argelia habían sido colonizados por Francia y los argelinos eran vistos como hermanos; el apoyo a Argelia acabó generando tensiones. « Somos musulmanes, ambos fuimos colonizados por Francia, ellos son nuestros hermanos, los ayudamos, pero soy muy consciente de que esto ahora nos planteará un problema ». Una vez que los militares argelinos tomaron el poder ¡causaron problemas con el país que más los había apoyado!
Volviendo a nuestro hipotético escenario, en el caso de que los mercenarios saharauis, siempre a merced de los oficiales argelinos, consiguieran establecer un Estado independiente, una tal RASD, el primer país que vendría a apoyarles contra el ejército argelino no podría ser nada más que la Rusia de Vladimir Putin, que está reforzando notablemente su presencia en África, a través de los « sanguinarios mercenarios Wagner », como hizo en Mali y como lo está intentando en Níger…
En definitiva, los dirigentes y generales argelinos, que dedican todas sus energías y gastan inmensos recursos financieros para bloquear esta original iniciativa real de la « Región Atlántica », intentando presionar, inútilmente, a Mauritania y a otros países como Senegal (mientras intentan boicotear el gasoducto Nigeria-Europa que pasa por los países africanos de la costa atlántica), sólo les queda una opción: unirse a esta región atlántica, abrir sus fronteras con Marruecos y alinearse con la posición realista de Estados Unidos y de la mayoría de los países de la Unión Europea, de la Liga Árabe, de la Organización de Cooperación Islámica y de la Unión Africana en que se refiere a la resolución del conflicto del Sáhara marroquí, y que podría resultar una fuente segura de prosperidad socioeconómica para sus más de 40 millones de ciudadanos. Además, como afirma maravillosamente una joven YouTuber egipcia, si Argelia y Marruecos, con una población que supera los 80 millones de personas, se unen para formar un solo país y Estado, este último se convertirá, de facto, como ¡la primera potencia económica, industrial, marítima, militar y turística de todo el continente africano [8]!
Por Rachid RAHA, Presidente de la Assemblea Mundial Amazighe
Notes :
[3]- www.europarl.europa.eu/meetdocs/2009_2014/documents/dmag/dv/dmag20101130_06-/dmag20101130_06-fr.pdf
[5]- https://www.amadalamazigh.press.ma/archivesPDF/280.pdf
[6]- https://www.jeuneafrique.com/124805/politique/d-but-de-la-guerre-des-sables-2/